jueves, 12 de agosto de 2010

Equipaje

Me llevo tu piel pegada a la mía,
tu boca en mi cuerpo,
tus manos dibujándome.

Tu mirar atravesándome,
la dulzura de tus labios,
tus besos haciéndome temblar.

Me llevo tu risa que es parte de mí,
tus susurros, la música en tu voz
y hasta tus lágrimas.

Cada una de tus palabras,
tu aliento en mi cuello,
tu saliva llenando cada uno de mis poros.

Me llevo el sol en tus ojos,
el aire de tus pestañas,
la curva de tus huesos.

Millones de caricias,
tardes perfectas y noches sin dormir,
bailar abrazados sin que nadie nos importe.

Me llevo el humo de mil cigarros,
el sabor del mar en tus dedos,
la belleza de mirarnos sin que haga falta nada más.

Creer que la felicidad sí existe,
ser de una vez yo misma,
comerte a besos a todas horas.

Me llevo momentos que nadie imaginó,
el olor a hierba recién segada,
la luz de tus ojos al hacer el amor,
el gusto de la cerveza en tu boca.

Tu pelo rozando mi cara,
la tinta de tu piel que es mía,
las ganas de combatir tormentas,
luchar contra el tiempo tapando los relojes.

Me llevo los nervios adolescentes al verte,
una rosa en mi mesa,
un paseo abrazados en un pueblo de ensueño.

Instantes de paz rotunda y plena,
silencios teñidos de música,
sentir que la vida sí es bella.

Me llevo risas cómplices,
tus gestos fijados en mi retina,
la humedad dulce de tu boca en mi espalda.

Todos los malos momentos, para que no se repitan nunca,
la tristeza inmensa de cada segundo sin tí,
la dicha infinita de los que compartimos.

Me llevo los deseos imposibles que a veces, sólo a veces, se hacen realidad,
todos los sueños por realizar,
dormir contigo y decirte bajito que te amo.

Me llevo mil maletas llenas de amor.
Aunque sea mentira.

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